En esta carta se aclara dicha afirmación.
En esta cultura de consumo y de control ha provocado nuestra inmovilidad hacia la vida; inmovilidad que se puede remediar y deshacer mediante la literatura; como se ha mencionado constantemente durante este proceso, cada persona tiene una historia por contar, su biografía, cada vida es una novela, una narración para interpretar.
Pero la verdadera razón por la que la literatura es capaz de romper el mar helado del que habla Kafka es porque por medio de la literatura también podemos leer al otro, comprenderlo sentirlo.
Una manera perfecta para dejar atrás la indiferencia que se siente por el mundo, quien lee, es capaz de ponerse en el lugar del otro, sentir sus experiencias, su alegría, su dolor.
Y si logramos sentir todo esto, seguramente será más fácil encontrar el remedio para esta situación y sentir que en cada vida podemos dejar una semilla de vida, de paz, de amor.
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