En mi opinión, la fantasía es indispensable para los niños, no se trata de mantenerlos en “el corral” que nos menciona Graciela Montes, sino de que esos pequeñitos tengan un espacio para soñar.
Empapar desde tan temprano a nuestros niños de esa cruel realidad que nos envuelve, pienso que es quitarles la esencia de niños. O ¿qué adulto no se ha dejado llevar en las historias fantásticas de un niño?.
Precisamente su imaginación, su fantasía y su capacidad de soñar es lo que los convierte en esos seres inocentes y maravillosos que tanto protegemos y queremos.
Lo que podríamos tener en cuenta es que de nosotros depende lo que los niños entiendan en los cuentos, somos nosotros quienes transmitimos el mensaje y posiblemente los responsables de la intención que los niños vean en cada cuento.
No importa si el cuento es de hadas, ogros o brujas, así sea fantasía, siempre habrá cierta relación con la realidad, o ¿Quién no ha relacionado una bruja con la suegra o con la jefe?.
El verdadero problema en los cuentos, pienso que no es la fantasía, sino la intención que los adultos les damos a esta.
Si, claro, todo cuento sea de brujas, espantos, terror, alegría o mundos maravillosos están enmarcados por la fantasia, lo que importa es el sentido y el significado que se le coloque a la hora de leerlo e interpretarlo; hay es donde dejamos evidenciar la realidad o la fantasia, es decir lo bueno o lo malo del cuento, porque ambas enseñanzas deja la literatura donde se invente
ResponderEliminarPero ojo... esto d ela inocencia tendriamos que trabajarlo un poco más, me gusta la inocencia cuando sea para ver los mundos como nuevos como recien llegados... no me gusta la palabra inocencia como ingenuidad... Y pues los niños tiene todo el derecho de comprender este mundo del odio...
ResponderEliminarClaro que si, los niños saben mas que los adultos y podemos aprender de ellos.
ResponderEliminar